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Crítica The Walking Dead 4x07: "Dead Weight"

En este capítulo volvemos a las aventuras y desventuras post-Woodbury del Gobernador. La serie vuelve a marcar un breve paréntesis en la temporada, dejando atrás al grupo de Rick, y centrándose en la figura del Gobernador. Parece que este breve experimento de enfrentar a la audiencia a dos capítulos completos del villano predilecto, está funcionando con creces, y ya llevamos dos maravillosos capítulos. El guión llevaba bastante tiempo sin brillar, y la actuación de David Morrisey vuelve a ponernos la carne de gallina. Aquí empieza la crítica de "Dead Weight". 


El capítulo se convierte en la perfecta antesala para la Mid-Season, donde El Gobernador, que tanto echábamos de menos, vuelve a sus orígenes. El tipo tan amable y hosco, del anterior capítulo, desaparece enseñando su lado más malvado. A lo largo del episodio, nos dejan claro el mensaje: "estoy pensando". Por ejemplo, la primera secuencia en la que aparece un tablero de ajedrez, o, mientras reflexiona a solas en la orilla del lago. 

Empecemos desde el principio del capítulo. Brian, alias "El Gobernador", y su grupo, se unen a varios supervivientes, liderados por Martínez, su antiguo lugarteniente. Martínez decide olvidar los hechos pasados en Woodbury, y declara que él será el jefe. Pronto, El Gobernador desata su lado más maquiavélico, asesinando a Martínez con un palo de golf, clara metáfora de su época en Woodbury. En ese momento, El Gobernador ejerce de líder en el grupo, siendo su objetivo encontrar un nuevo sitio para su Nuevo Woodbury, no hay que ser muy listo para comprender que ese nuevo refugio será la cárcel de los supervivientes.



Esto nos lleva directamente a la cuestión principal de esta crítica: ¿De verdad ha vuelto El Gobernador? Tras dos capítulos en los que parecía ser otro personaje, alguien completamente diferente al de la tercera temporada, hemos percibido que no es así. Sigue siendo cruel, tan sólo por proteger a su pequeña familia. Tanto que llega a asesinar despiadadamente a su antiguo compañero, para hacerse a cargo del campamento.

También parece que buscará venganza. Todos nos acordamos de ese momento, en el que Michonne clavó el cristal en el ojo del Gobernador, y parece que él es quien más. A parte de este conflicto, volveremos a ver un cara a cara entre el Gobernador y Rick. Dos grandes jefes, cada uno protegiendo a su familia. 

El capítulo concluye mostrándonos, al Gobernador observando desde lo lejos la cárcel. Todo ha ocurrido paralelamente a los hechos de la cárcel, mientras se desataba la gripe. En ese momento, el Gobernador tiene a punto de pistola a su deseada Michonne, y a Hershell...


Resumiendo, El Gobernador ha vuelto, y tiene hambre de venganza. Nos espera un final tremendo, lleno de tensión y acción. Esperemos que los guionistas no nos ofrezcan algo similar al ridículo enfrentamiento de la pasa temporada, y que El Gobernador no se líe a matar a sus aliados a diestro y siniestro. 

NOTA FINAL: 8 

Observaciones: Interesante evolución del Gobernador. El capítulo no llega a la altura del anterior. Más zombies, pero irregular. Aún así, mantiene el nivel de esta cuarta temporada.



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