Capítulo 2

Finalmente, mis ojos pudieron vislumbrar aquella figura. Se trataba de un hombre alto y robusto, de cabello rubio corto, peinado a lo Tintín, con un tupé. Le miré de la cabeza a los pies, llevaba una camiseta negra, corta, inflada por los músculos y una cara sin el menor indicio de temor. Sus ojos me miraban fijamente, sin ninguna expresión en particular, y entonces sonrió.

- Me alegro de verte, Jason.

- Yo también - le conteste, mientras me incorporaba - , Fred.

Era Fred, al parecer fue militar, el apocalipsis le cogió en pleno entrenamiento y pudo escapar del cuartel provisto de varias armas.

¿Cómo y cuándo llegó hasta aquí todavía es un misterio? Lo cierto es que por casualidades de la vida, apareció cuando mi existencia estaba a punto de irse al traste. Ahora  estaba con él, tenía a alguien en quién apoyarme y con quién defenderme. 

- ¿Por qué viniste aquí? - me preguntó.

- No lo sé, no recuerdo realmente cómo llegué.

Salimos a la habitación contigua y pude ver perfectamente lo que había hecho aquel ex-militar en aquella estancia. Parecía una película de terror y gore."La matanza del soldado" pensé, mientras contemplaba aquel espectáculo sangriento e inhumano, aquella exhibición de muertos degollados con sangre por todas partes que me hizo vomitar como un loco. 

Fred miraba por una ventana que daba a la calle. Me acerqué a él dando tumbos, con la mano en la barriga y esquivando cada rastro de sangre del suelo. Cuando llegué al lado del militar, vi que la calle estaba minada de zombis, golpeando con fuerza la valla de la casa.

- ¿Qué vamos a hacer? - le pregunté.

Hubo un breve silencio, como si Fred intentara buscar la solución a ese problema.

- No sé, Jason. Será muy complicado escapar de aquí sin cruzarnos con esa multitud de cadáveres...

Otro silencio, Fred se giró, dándome la espalda.

- Por ahora buscaré algo en la cocina de esta casa, ya después trazaremos un plan.

Fred se marchó de la habitación y me dejó sólo. Me acerqué a dónde estaba antes y recogí el revólver.

"Menos mal, que Fred vino, si no hubiera muerto a manos de los cadáveres, de mí mismo o simplemente de hambre" pensé.

Salí de aquella habitación, que seguramente fue construida como una estancia para aislarse del mundo. No sé porque pero me recordó a la película de Jodie Foster, "La habitación del pánico", en la que una madre y una hija se mudan a una lujosa mansión, pero cuando los ladrones asaltan la casa, las dos se encierran en la habitación. En este caso, los asaltantes serían zombis e intentarían matarnos. Un parecido muy razonable.

Bajé las escaleras, pensando en la matanza de aquel treintañero militar y también estudiando la situación que nos esperaba cuando Fred hubiese terminado de buscar en la cocina algo de beber.

Para Fred un apocalipsis zombi no era gran cosa, pues matar aquellos despojos humanos era una diversión, un hobby. Pero, si ese apocalipsis hubiese sido de alcohol, estaría desesperado y, probablemente, se habría suicidado. Fred no era el mismo sin alcohol.

Llegué a una habitación, en la que Fred estaba sentado en un sillón azul y bebía de una botella de cerveza.

- Bueno, será complicado salir de aquí - empezó -, debí haber venido aquí en silencio, sin que los cadáveres me hubieran descubierto, ahora mismo estaríamos marchando hacia el campamento.

Fred cogió la cerveza y bebió un poco más de ella.

- ¿Y si... - le pregunté, mientras él seguía bebiendo - escapamos por la zona trasera de la casa?

Dejó la cerveza.

- ¿Crees que no lo he pensado? Los atraeríamos, y rodearían la casa.

Pensé en una forma de hacerlo.

- Podemos entretenerlos, ¿no? - le dije - ¡Sí! podemos hacerlo, los No Muertos siempre son atraídos por el sonido, podríamos tirarles algún juguete, no sé... algo que haya aquí, eso les entretendría y así podríamos tener una oportunidad de escapar... ¿Qué te parece?

- Es una opción.

Nos levantamos de los sillones y empezamos a buscar en aquella casa, algún juguete o artilugio que emitiera  cualquier tipo de sonido. Así podríamos escapar....., la esperanza de volver a ver a mi hijo volvió a renacer en mí....