A todos, alguna vez, nos ha pasado por la cabeza asustar a amigos, vecinos, niños, incluso a desconocidos, con un improvisado ataque zombie. Para ello sólo hace falta un poco de maquillaje, sangre falsa, a no ser que quieras dar el pego, caminar como un borracho y emitir un gruñido. El resto, lo hace la cultura popular de los zombies, y el temor a las películas.
ADVERTENCIA: Nunca disparéis, o golpeéis, si encontráis algún parecido con el "zombie". Nunca sabes lo que puede pasar.
La broma de moda: Ataque zombie
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